LA CIUDAD de Moscú, de 12 millones de habitantes, sucumbió ayer al caos cuando una avería del sistema eléctrico paralizó gran parte de la capital y dos regiones adyacentes. El propio presidente ruso, Vladimir Putin, tuvo que aplazar su viaje a Rostov, en el sur de Rusia, y reconoció que el equipo cuya avería originó la desconexión en cadena del Sistema Energético Central data de 1966.