“Nadie puede darnos un ultimátum”, le dijo Nicolás Maduro a CNN Türk y en respuesta a la exigencia de la UE de convocar a elecciones. Luego se fue luego a supervisar ejercicios militares en el Fuerte Paramacay, a cargo de la 41 Brigada Blindada, y los calificó de “los más importantes de la historia de Venezuela” y una demostración del “poder de una Fuerza Armada con capacidad operativa, de combate, de defensa”. Parecía un día de éxitos el sábado. El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas se había negado a acompañar a EEUU en su política contra Caracas. Pero la alegría duró poco. El coronel José Luis Silva, quien como premio a su lealtad se desempeñaba desde 2014 como agregado militar nada menos que en Washington, decidió desconocer la autoridad presidencial y avalar el interinato de un Juan Guaidó que, fortalecido con el apoyo internacional, mete más presión y ofrece una amnistía a los militares que le den la espalda a Maduro.

Silva no hizo más que darle sostén a los rumores que se propagan en Caracas sobre grietas e intensos debates en diversos estamentos del frente castrense, el principal sostén de Maduro. "Mi mensaje es a todos los militares, a todos los que portan armas, que por favor no ataquemos al pueblo. Nosotros también somos del pueblo", dijo el desertor, que explicó además "continúa siendo el agregado de Defensa de Venezuela", subordinado "al Gobierno legítimo, no al ilegítimo".

El caso Silva muestra de un lado la rapidez con la que ha comenzado a moverse Elliot Abrams, el viejo halcón republicado a quien la administración Trump designó como encargado del tema venezolano. Tras la ruptura de las relaciones con EEUU y la orden dada por Maduro a todo el personal diplomático, Silva no solo se quedó en "territorio enemigo": puso en un severo aprieto al ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, a quien supuestamente representaba ante el Pentágono. López fue el encargado de afirmar el respaldo a Maduro horas después de que Guaidó se autoproclamara presidente "encargado" en su condición de máxima autoridad de la Asamblea Nacional y con la bendición norteamericana.

La inquietud de la familia militar” no solo se refleja en las deserciones de suboficiales y soldados que no aceptan más salarios tan magros y las sanciones y prisión de oficiales superiores por disidencias con la jerarquía. El portazo de Silva se conoce días después del fallido alzamiento llevado adelante por unos 30 uniformados como parte de un intento de golpe de Estado, segun el madurismo. A la vez, se esparcen en las redes sociales pronunciamientos de exmilitares chavistas que han roto hace años con Maduro y que vislumbran un nuevo momento político en el país a partir del desafío de Guaidó.

CHAVISTAS DISIDENTES

El exministro de Alimentación y Transporte de Hugo Chávez, el mayor general Hebert García Plaza, se ha mostrado activo estos días en Twitter: "El solo hecho de que España y otros Gobiernos del mundo pidan convocatoria a elecciones, significa que en Venezuela hay un vacío de poder. Cada día que pasa Guaidó es más legítimo. El tiempo conspira contra Maduro por lo que debemos estar atentos a sus descabelladas acciones". Miguel Rodríguez Torres fue ministro del Interior y Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) de Chávez, además de un protagonista del fracasado cuartelazo que le dio notoriedad nacional. En 2014 rompió con Maduro. Meses atrás creía que "las condiciones objetivas de un golpe de Estado hoy son 100 veces superiores a las del 4 de febrero" (de 1992). Lo acusaron de tener contactos con la CIA y tuvo problemas con la justicia. Rodríguez Torres formó el Movimiento Amplio Desafío De Todos (DDT). El chavismo disidente, señaló esa pequeña agrupación, no tiene por qué estar "escondido, arrepentido o humillado por un pensamiento que teníamos y que hoy está en debacle, porque el problema se trata de un hombre", en alusión a Maduro.

En este contexto es que la oposición, con Guaidó a la cabeza, promueve desde el Congreso que el Tribunal Supremo considera en desacato, una ley de amnistía para los militares que resuelvan “acatar la Constitución” de 1999..

La oposición no eligió el camino de la amnistía por un sentido piadoso ni benevolencia. De hecho, Guaidó participó de una misa en homenaje a los caídos por las balas estatales durante las últimas protestas. Lo que se busca con esa ley de la AN es debilitar o fracturar el lazo que une al presidente y las Fuerzas Armadas. Silva fue, en los hechos, el primero ampararse en ese texto. ¿Habrá un efecto cascada entre los cuadros medios? Este domingo, el documento fue entregado en varios destacamentos de Caracas. El diputado Ivlev Silva, y un grupo de dirigentes estudiantiles se lo acercaron aa un grupo de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Como había cámaras, los uniformados no dudaron en quemarlo delante de los presentes.

EL PAPA PIDE UNA SOLUCIÓN "JUSTA Y PACÍFICA"

El papa Francisco ha pedido este domingo que se busque una solución" justa y pacifica" para superar la crisis en Venezuela respetando los derechos humanos y deseando el bien de todos los habitantes del país. "He pensado mucho en el pueblo venezolano al que me siento particularmente unido en estos días y, ante la grave situación que atraviesa el país, pido al Señor que se busque y se logre una solución justa y pacifica para superar la crisis respetando los derechos humanos y deseando el bien de todos los habitantes del país", ha dicho el Pontífice en Panamá.

Desde el miércoles, cuando Guaidó se autoproclamó presidente, el Vaticano se había limitado a divulgar un breve comunicado acerca de Venezuela en el que se indicaba que el papa "seguía de cerca la evolución de la situación". En los años anteriores, la Santa Sede había ejercido de mediadora entre el Gobierno venezolano y la oposición.