La iniciativa que apunta al envío de una fuerza de interposición al Líbano revela una cierta voluntad internacional de huir de la pasividad, pero no es más que una idea embrionaria que genera muchos interrogantes y poco consenso. Primero habría que definir es cuál sería el mandato de esa fuerza y con qué medios contaría. En las circunstancias actuales parece inviable, ya que la actividad bélica se centra en los ataques aéreos. Que nadie olvide el fracaso en Bosnia: una pretendida fuerza de "mantenimiento de la paz" donde no había paz que mantener resultó ser una falacia.

*Periodista.