Como ocurre desde 1967, los palestinos dieron el martes la espalda a las municipales de Jerusalén, para no legitimar la ocupación israelí del este de la ciudad. Solo unos pocos de los 125.000 residentes árabes con derecho a voto acudieron a las urnas, la mayoría empleados municipales. Tanto la Autoridad Palestina como reconocidos imanes habían promovido el boicot, tildando de "traidores" a quienes vulneraran el veto. La prueba es el pésimo resultado de Gaydamak, único candidato judío.