La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, ha expresado su "grave preocupación" por la decisión del Gobierno israelí de declarar a la franja de Gaza como "territorio hostil" y anunciar medidas de castigo.

En un comunicado emitido hoy en Ginebra, Arbour subraya que la aplicación de las medidas anunciadas por Israel, como cortes en el suministro de combustibles y electricidad a la población palestina y restricciones adicionales de movimiento de personas y mercancías "supondrán una carga insoportable para la población civil".

Agrega que la población de la empobrecida franja de Gaza "ya ha pagado un alto precio con la violencia diaria, el aislamiento y las necesidades".

Aunque condena el "lanzamiento indiscriminado de cohetes" desde Gaza al territorio israelí, la alta comisionada insta a Israel a "contenerse" y le recuerda que "es una obligación bajo la ley internacional humanitaria y las leyes de derechos humanos proteger a la población sin emplear medios desproporcionados".

Arbour también deja claro que "las leyes internacionales prohíben las represalias y los castigos colectivos".