Tras doce años de cárcel y una sangrienta guerra civil que ha provocado más de 100.000 muertos, los dos principales dirigentes del disuelto Frente Islámico de Salvación (FIS) argelino recuperaron ayer la libertad: Abasi Madani, número uno de la proscrita coalición integrista, y su vicepresidente, Ali Benhach. Las autoridades argelinas les recordaron que no podrán ejercer cargos públicos ni realizar actividad política alguna.

Madani, de 73 años, y Benhach, de 47 años, fueron detenidos en junio de 1991 y han cumplido íntegramente la condena de 12 años de prisión impuesta en julio de 1992 por un tribunal militar, acusados de "atentar contra la seguridad del Estado".