Más de 20 millones de argelinos están convocados este jueves a las urnas para elegir al sucesor del dimitido presidente Abdelaziz Buteflika en unas elecciones marcadas por los llamamientos al boicot y la movilización popular que exige la caída del régimen militar.

Al grito de "no votaremos hasta que la mafia desaparezca", en alusión al Gobierno establecido tras la forzada renuncia del mandatario el pasado mes de abril, varios miles de ciudadanos volvieron a marchar ayer miércoles por el centro de la capital en una manifestación contenida y reprimida por las fuerzas de Seguridad.

Las presidenciales estaban inicialmente previstas para el 18 de abril, pero el anuncio del círculo íntimo del mandatario de que este pretendía aspirar a un quinto mandato consecutivo pese al evidente deterioro de su salud, desató un movimiento de protesta popular ('hirak')que desde el 22 de febrero se repite cada viernes.

El palacio presidencial anunció la renuncia de Buteflika el 2 de abril, presionado por la calle pero sobre todo por la intervención del jefe del Ejército y nuevo hombre fuerte del país, general Ahmed Gaïd Salah, quien pidió su inhabilitación.

De acuerdo con la Constitución, la jefatura pasó entonces de forma interina al presidente del Senado, Abdelkader Bensalah, un hombre de la vieja guardia nombrado al igual que Gaïd Salah en el 2004 por el propio Buteflika, con un mandato de transición de tres meses. Desde entonces en el general ha marcado la pauta de los acontecimientos en Argelia, tanto políticos como los relativos a la represión y el cambio en la cúpula de poder.

DESACTIVAR EL 'HIRAK'

Además, en los últimos meses han sido arrestados y encarcelados cientos de simpatizantes del 'hirak' en un intento por desactivar el movimiento.

Al Palacio de Zeralda optan cinco de los 23 aspirantes que presentaron su candidatura a la Instancia Superior Independiente de las Elecciones (ISIE), una organización creada ad hoc meses atrás e integrada por miembros de la vieja guardia.

Sin encuestas que pueden aclarar la intención de voto, hasta esta semana la sensación apuntaba a que los dos exprimeros ministros, Ali Benflis y Abdelamejid Tebboun, eran los que más opciones tenían de pasar a una eventual segunda vuelta.

Sin embargo, en los últimos días han crecido las expectativas de Azzedine Mihoubi, poeta y periodista, antiguo ministro de Cultura, con buen cartel entre los mandos medios del Ejército por su aire de juventud y que cuenta con buena prensa, igualmente, en el Frente de Liberación Nacional (FLN), que gobierna Argelia desde la independencia de Francia, en 1962.

Menos posibilidades se le conceden a los otros dos aspirantes: el exministro de Turismo, Abdelkader Bengrina, y al exdiputado del FLN y presidente del partido de oposición Frente al Mustakbal, Abdelaziz Belaid.

Todos comparten, sin embargo, el rechazo de la mayoría de la oposición y del movimiento de protesta popular, que los observa como un puñado de continuistas, "hijos del sistema" al servicio del deseo del régimen militar de perpetuarse.