El Gobierno argentino ha lanzado un plan para combatir el trabajo sumergido, que según los cálculos oficiales alcanza al 45,1% de los trabajadores.El Plan Nacional de Regularización del Trabajo incluye mayores inspecciones en los lugares de trabajo, el cruce permanente de datos de los empleadores asentados en las distintas oficinas gubernamentales y la intensificación de las acciones de sanción para aquellos que tengan empleados en condiciones irregulares.También se capacitará a los inspectores para mejorar el control y se realizará un campaña pública para hacer tomar conciencia a la población de los perjuicios del trabajo informal.Según ha explicado el Ministerio de Trabajo de Argentina, el objetivo del programa es verificar el cumplimiento de las condiciones de trabajo y la debida protección social, incorporar al sistema de seguridad social a los trabajadores excluidos y lograr que los empleadores regulen voluntariamente su situación.El plan será aplicado hasta finales del 2005 en todo el país y su ejecución estará coordinada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (ente recaudador), el Ministerio de Trabajo y las direcciones de Relaciones Laborales de todas las provincias.