"Fuerza compañera. Estamos junto a vos". "Con el amor y la militancia". "Avanti (adelante) morocha". Las leyendas, de fuerte carga emocional, se han estampado en la fachada de la Fundación Favaloro, en el centro sanitario de Buenos Aires, donde a primera hora de este martes será operada la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de un hematoma en el cráneo. La intervención se decidió en la tarde del lunes, después de que la mandataria se presentara por segunda vez en 48 horas en esa clínica especializada en cuestiones cardiovasculares y neurológicas. CFK volvió al centro después que notar un hormigueo en el brazo izquierdo. Ante esta situación, los médicos revisaron su propuesta inicial, de recomendarle reposo durante un mes, por proceder a intervenir.

Según el jefe de servicio del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA), Rafael Torino, se trata de "una operación frecuente de no gran complejidad, a diferencia de un tumor de cerebro, un aneurisma, una patalogía dentro del cerebro". A su juicio, "las posibilidades de riesgo son pocas". No obstante ha advertido de que "puede haber pequeñas complicaciones infecciosas".

Dudas sobre Amado Boudou

El vicepresidente, Amado Boudou, se ha hecho cargo temporalmente de la jefatura del Estado. "Acá no hay nada raro, estamos haciendo lo que sabemos hacer y lo que somos, el equipo de la presidenta, manteniendo la gestión con toda fuerza y con un solo camino", ha señalado la mano derecha de Kirchner. Según Boudou, esta etapa de 30 días "es exactamente igual" a otras y no hay por qué imaginar situaciones de incertidumbre política.

Boudou no es precisamente una figura popular. Apenas se inició el segundo mandato de CFK, el vicepresidente se situó en el centro de una tormenta mediática y judicial por supuestas actividades económicas que son incompatibles con las obligaciones de un funcionario público. La tormenta ha pasado a un segundo plano en los últimos meses, sin que hayan quedado claras sus presuntas responsabilidades. Antes de llegar al país, procedente de Brasil, donde realizaba una visita oficial, Boudou fue fotografiado conduciendo una Harley Davidson, una de sus pasiones personales. Más allá de esos gustos privados, lo que es cierto en el mundo político es que Boudou carece de la capacidad de disciplinar al kirchnerismo o tender puentes hacia la oposición.

Analogías de la caída

Fernández de Kirchner se golpeó la cabeza el 12 de agosto, pocas horas después de sufrir un revés en las primarias abiertas, una suerte de encuesta en tiempo real de cara a las elecciones parlamentarias del próximo día 28. Tras conocer las circunstancias que originaron el hematoma craneal, los adversarios de la presidenta no se han privado de establecer relaciones entre una cosa y otra. CFK, ha dicho el peronista Julio Bárbaro, "se golpeó con la realidad".

Las analogías entre declive físico y político se han convertido en un lugar común de la prensa, siempre acompañadas de la imagen casi demacrada de la mandataria al entrar a la clínica. Hace apenas dos años, Fernández de Kirchner ganaba las presidenciales con el 54% de los votos. Sus dos primeros años de gestión no han sido apacibles. Los frentes interno y externo se han complicado. No faltan, entre la oposición, dirigentes que creen que, después de la operación, Cristina quedará fuera de juego. Pero el oficialismo cree que son conjeturas apresuradas cuando no visiones fantasiosas.

En estos momentos, Todo está atravesado en Argentina por la política. Ni siquiera Facundo Manes, el neurólogo a cargo de la operación de la presidenta, queda exento de ser observado a través de ese prisma. Por eso se ha recordado que Manes, en el 2002, en medio del derrumbe económico del país, fue fundador de un partido que reclamaba "que se vayan todos" los dirigentes que habían provocado la frustración en la que estaba sumida la sociedad.