Las autoridades francesas y el propio presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, intentaban en vano ayer calmar los exaltados ánimos de los llamados jóvenes patriotas, que desde el sábado están en pie de guerra contra los residentes franceses y la comunidad blanca que reside en el país africano. El despliegue de blindados franceses en el centro de Abiyán y cerca del palacio presidencial desató los rumores de un golpe de Estado organizado por Francia para derrocar a Gbagbo, y sus fanáticos seguidores se lanzaron a la calle para frenar a los militares franceses.

El presidente francés, Jacques Chirac insistió en que "Francia es amiga de Costa de Marfil" y "quiere que encuentre el camino de la reconciliación nacional". También precisó que las tropas francesas tienen como objetivo garantizar la seguridad de los ciudadanos franceses.

MAS DE 400 HERIDOS "El clima de odio antifrancés alimentado por algunos desde hace meses pesa mucho en la racionalidad de las posiciones", indicó la ministra de Defensa, Mich¨le Alliot-Marie. Los militares franceses reconocieron que han podido herir o matar a marfileños en los enfrentamientos. La Cruz Roja habla de 410 heridos y no hay recuento del número de muertos, que las mismas fuentes temen "sean muy numerosos".

Los clientes de un hotel de Abiyán, entre ellos dos españoles, se refugiaron en un pesquero mientras los "patriotas" saqueaban el hotel. La colonia española en Costa de Marfil está compuesta por unas 240 personas, la mayoría religiosos. La embajada trata de organizar la evacuación de quienes lo pidan.