El apetito de Charles Kennedy crece por momentos. El líder del tercer partido del Reino Unido tiene mañana la oportunidad de lograr un número de escaños sin precedentes para los liberal demócratas, según los sondeos. La guerra de Irak, a la que se opusieron, puede rentar pingües dividendos electorales. De ahí que el pelirrojo y afable jefe de filas de los centristas salte a cualquier distrito donde haya oportunidad de ganar.

Con la moral muy alta, Kennedy se plantó ayer en Folkestone and Hythe, en Kent, el territorio del líder conservador, Michael Howard, donde los liberales son la segunda fuerza. El líder tory ha ganado allí desde 1983 y Howard, que tuvo en la pasada elección una ventaja de 5.907 votos, saldrá reelegido, salvo que funcione el voto útil y los laboristas apoyen en masa al liberal.

LOS PESOS PESADOS Howard quizás se salve de la quema, pero no todos los grandes nombres quedarán intactos. Ver rodar cabezas de políticos bien conocidos es uno de los alicientes más morbosos de la noche electoral británica. Un peso pesado de los conservadores como es Oliver Letwin, responsable de finanzas, tiene muchas posibilidades de terminar su carrera en la Cámara de los Comunes si su rival liberal en Dorset West, en el suroeste de Inglaterra, supera los 1.414 votos de ventaja del tory . Lo mismo podría pasarle a David Davis, que aspira a suceder a Howard como líder, y a Theresa May, responsable de transportes y medio ambiente.

Algunos dirigentes laboristas también tienen problemas. El ministro de Exteriores de Tony Blair, Jack Straw, cuenta, en su distrito de Blackburn, al norte de Inglaterra, con 25.000 musulmanes de origen asiático, una comunidad que mayoritariamente se opuso a la guerra de Irak. Straw compite con un rival conservador musulmán, un liberal demócrata contrario a la invasión y un grupo radical musulmán embarcado en una campaña contra Straw.

A la lista hay que añadir a un antiguo embajador británico en Uzbekistán, despedido del Foreign Office, que como candidato independiente quiere ajustarle las cuentas al que fuera su jefe. Aunque el ministro dispone de la mayoría de votos, bastaría que una quinta parte de los musulmanes del distrito se pasaran a los conservadores para perder.

EL SUFRAGIO UTIL La titular de Educación, Ruth Kelly, madre de familia del Opus Dei, es también el blanco de los tories , igual que su colega de Transportes, Alistair Darling, y el propio responsable de Interior, Charles Clarke.

En un sistema electoral en el que el candidato más votado sale elegido en cada distrito, el voto útil puede ser decisivo. Simpatizantes laboristas y liberal- demócratas están utilizando internet para intercambiar votos de una circunscripción a otra, con el objetivo de derrotar al candidato conservador en los lugares donde la lucha es reñida.

En la dirección de la red VoteDorset se pueden leer anuncios como éste: "Dos electores laboristas de Dorset buscan una pareja Lib-Dem". El acuerdo se sustenta en la buena fe de quienes lo pactan. Un laborista sacrifica su voto en favor del candidato liberal, a cambio de que un liberal haga lo propio en favor del laborista.

COPIA DE EEUU El sistema lo inventó en Estados Unidos el candidato independiente Ralph Nader en las presidenciales del año 2000. En el Reino Unido ya funcionó en el 2001 gracias a la página TacticalVoter.net. En la web aparece la lista de los 10 tories más perseguidos.