31 personas han muerto en los diferentes incendios que afectan desde este domingo al centro y norte de Portugal, según han confirmado este lunes fuentes de Protección Civil.

En declaraciones a medios locales, las fuentes precisaron que se trata aún de un balance provisional, ya que se siguen recopilando datos de las numerosas aldeas que han estado cercadas por el fuego en las últimas horas y de la evolución de los fuegos en Galicia.

Tras una noche complicada de combate a las llamas, permanecen activos 65 incendios en Portugal, que tratan de controlar 4.529 bomberos apoyados por 1.380 vehículos de extinción terrestre y más de 200 militares.

El fuego que concentra más medios es el que afecta al municipio de Lousã, en el distrito de Coimbra (centro del país), donde se encuentran 668 bomberos asistidos por 196 vehículos terrestres, según datos de Protección Civil.

También son especialmente preocupantes las situaciones en los términos municipales de Alcobaça, en el distrito de Leiria, con 358 bomberos, y Sertã, en Castelo Branco, con 234 bomberos, de nuevo ambos en el centro de Portugal.

Petición de ayuda

Ante la proliferación de fuegos de este domingo, las autoridades lusas han solicitado ayuda a la Unión Europea (UE) y Marruecos para apoyar las labores de extinción, y han prolongado hasta las 20.00 hora local (19.00 GMT) de hoy la alerta roja por riesgo de incendio que rige en todos los distritos.

La proliferación de fuegos se ha visto impulsada por las altas temperaturas de los últimos días y la escasez de lluvias, factores determinantes, según dijo esta madrugada el primer ministro, António Costa, quien se desplazó al centro de control de Protección Civil para seguir la situación.