El número de muertos por las inundaciones registradas en el sur de Filipinas se eleva ya a 539, mientras que varios cientos de personas continúan dadas por desaparecidas, informaron hoy fuentes oficiales.

Las víctimas mortales son 252 en Cagayan de Oro, 195 en Iligan, 57 en la provincia de Bukidnon, 27 en la provincia de Negros, 5 en la provincia de Compostela Valley y los últimos 3 en la provincia de Zamboanga del Norte, según datos de la Cruz Roja local y las autoridades.

Las tareas de rescate de las personas desaparecidas, 274 de acuerdo con el Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a Desastres, se centran en áreas próximas a Iligan (Lanao del Norte) y Cagayan de Oro (Misamis Oriental) y en estas participan voluntarios y soldados y funcionarios del departamento de Protección Civil.

La tormenta tropical "Washi" entró la madrugada del sábado en Mindanao con fuertes vendavales y sorprendió a muchas de las víctimas dormidas.

Las autoridades prevén que el número de muertos aumentará a medida que progresen las operaciones de búsqueda y rescate. Los expertos de las agencias internacionales identifican el chabolismo como el principal factor del gran número de víctimas que causan en Filipinas los desastres naturales y que evidencian el mal estado de las infraestructuras.

La incontrolada deforestación también favorece las riadas y avalanchas de tierra que son frecuentes durante la estación lluviosa que por lo general comienza en mayo y concluye en noviembre.