Una periodista y asistente en la cámara baja del Parlamento afgano, Mina Mangal, fue asesinada a tiros este pasado sábado en Kabul, la capital de Afganistán, según informaron poco después fuentes oficiales. Mangal, que trabajó durante años como presentadora y productora en varios canales de televisiones locales antes de pasar a trabajar en la Wolesi Jirga o Congreso y que destacó por su defensa de los derechos de las mujeres afganas, fue asesinada «por un grupo de atacantes» que viajaban en moto que no han sido identificados, dijo en un comunicado el portavoz del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi. El asalto se produjo cerca de la casa de la informadora que en ese momento se dirigía a su lugar de trabajo.

Según declararon algunos testigos del suceso a Radio France International, los asaltantes aparecieron rápidamente cuando uno de los pasajeros de las motocicletas comenzó a disparar al aire para ahuyentar a todos los que se encontraban cercanos al lugar. Después, los asesinos dispararon directamente contra Mina Mangal, que cayó al instante.

El portavoz de la Policía de Kabul, Ferdaws Faramarz, indicó que las autoridades no han descartado ninguna opción, aunque aclaró que el padre de la víctima ha señalado ya a una persona de la que sospecha que podría estar detrás del asesinato, aunque no quiso que trascendieran más detalles a la prensa. Wazhma Frogh, activista afgana por los derechos de las mujeres, dijo, por su lado, que Mangal había publicado recientemente en Facebook que había estado recibiendo amenazas y temía por su vida.

La delegación de la Unión Europea en Afganistán recurrió a la red social Twitter para expresar la «conmoción, tristeza y consternación» ante la muerte de Mangal, a la que los responsables europeos consideraban como un motor de cambio que iba a posibilitar poco a poco la adquisición de derechos por parte de las mujeres afganas. «La Unión Europea insta a una investigación rápida y al procesamiento de los autores», añadió la Delegación.

EL PERIODISMO, DE LUTO / En el 2018 fallecieron 20 periodistas y trabajadores de medios de comunicación y otros 20 resultaron heridos en incidentes relacionados con el ejercicio de su profesión, el año más mortal para los profesionales de la comunicación en el país según datos de la organización en apoyo a la libertad de prensa en Afganistán NAI.

El 30 de abril, 10 periodistas fueron asesinados, nueve de ellos en un ataque suicida en Kabul, mientras que el décimo fue asesinado por desconocidos en la provincia de Khost (sureste), el mismo día.

Afganistán es uno de los países del mundo donde es más peligroso ejercer la profesión de periodista. La nación asiática ocupa el puesto 121 de 180 países en el índice de libertad de prensa de 2019 de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), y en lo que va de año han sido asesinados tres periodistas y un bloguero.