Un subsecretario del Ministerio de Exteriores de Irak, Bassam Kubba, de 60 años, fue asesinado ayer a tiros en Bagdad. Kubba es el primer miembro del nuevo Gobierno iraquí, que tomó posesión el pasado día 1, que sucumbe a un atentado. Además, un libanés y dos iraquís que trabajaban para una empresa de telecomunicaciones de Beirut fueron degollados por sus captores después de ser secuestrados el jueves cerca de Faluya.

El Ministerio de Exteriores emitió un comunicado en el que manifestó su "gran tristeza" por la muerte de Kubba, al que calificó como "símbolo de la honestidad, la franqueza y el patriotismo". Un grupo de asaltantes que, según Exteriores, eran partidarios de Sadam Husein, abrió fuego contra su coche cuando Kubba se dirigía a su trabajo. El suceso ocurrió en el barrio de Azamiya, donde vivía, una zona al norte de Bagdad donde habitan los más fervientes defensores del dictador.

EXEMBAJADOR EN CHINA Una de las balas le alcanzó la cintura. Su chófer le llevó al hospital, donde falleció poco después de ser ingresado. El político, que ocupaba la subsecretaría de Exteriores desde hacía dos meses, había sido embajador en China durante la dictadura.

Este es el segundo atentado, que ayer atribuyeron a los partidarios de Sadam Husein, contra miembros del nuevo Gobierno transitorio en los últimos días. El miércoles, el viceministro de Sanidad, Amar al Safar, salió ileso de un intento de asesinato, en el barrio de Azamiya.

Los cuerpos del libanés y los dos iraquís secuestrados y asesinados aparecieron en la carretera de Ramadi a Faluya. Diplomáticos libaneses descartaron que la nacionalidad del extranjero hubiera tenido algo que ver con el secuestro. Más suerte tuvieron los siete turcos secuestrados el martes en Faluya. Un representante de Ankara dijo ayer que fueron liberados y que estaban sanos, pero no explicó quién ni por qué los retuvieron.

COLABORACION Por otro lado, el radical shií Moktada al Sadr, en un giro inesperado en su dialéctica, aseguró que cooperará con el recién creado Gobierno iraquí si con ello ayuda a poner fin a la presencia estadounidense en suelo iraquí. La sorprendente medida fue anunciada el viernes durante el sermón que un ayudante de Sadr pronunció delante de sus seguidores en la mezquita de Kufa. "Apoyo al nuevo Gobierno interino", dijo en el discurso este ayudante del radical shií, que pidió a sus fieles que le ayuden "a llevar a esta sociedad por un camino de seguridad y paz". "Desde ahora mismo, os pido que abráis una nueva página para Irak y para la paz", concluyó.

Por otro lado, un estadounidense murió ayer tiroteado en Riad, en el sexto ataque contra occidentales de las últimas semanas en este país del Golfo. Los agresores dispararon al civil cuando aparcaba su coche frente a su domicilio. El martes fue asesinado otro estadounidense.