Dos civiles acusados de espías a sueldo de EEUU fueron asesinados a tiros en Waziristán (Pakistán), fronteriza con Afganistán. "Los que espíen para América encontrarán el mismo final", decía una nota hallada sobre el cadáver de Kayum Shahmiri, de 30 años. Después apareció otro cuerpo, con otra nota que acusaba a la víctima de espiar para EEUU.