El asesinato del bloguero y activista Rajib Haider ha sacado a más de 50.000 personas a las calles de Bangladesh para pedir, por duodécimo día consecutivo, la pena de muerte para todos los islamistas declarados culpables de crímenes de guerra durante la guerra de independencia de 1971. Haider, considerado también como uno de los arquitectos de las protestas, falleció apuñalado cerca de su domicilio en la localidad de Polashnagar justo cuando los organizadores habían decidido relajar su presencia pública con el objetivo de facilitar a las autoridades la aprobación de una enmienda para apelar contra las condenas de cárcel para los islamistas culpables y pedir en su lugar la pena de muerte.

Pero a media tarde de hoy, los manifestantes han vuelto a tomar la plaza de Shahbagh, epicentro de las protestas y crear "un frente unido en cada pueblo, ciudad y barrio", según palabras del organizador Imran H. Sarker, contra la organización islamista más poderosa del país, Jamaat-Shibir, cuyo subsecretario general Abdul Quader Molá, declarado culpable por el Tribunal Nacional de Crímenes de Guerra, ha conseguido evitar la ejecución en contra de los deseos de los manifestantes.

La organización, por su parte, ha convocado para el lunes un 'hartal', una llamada a la acción, en protesta por la muerte ayer viernes de tres de sus simpatizantes durante una acción policial para dispersar una manifestación islamista contra las condenas de sus líderes que tuvo lugar en la localidad de Bazar de Cox, según informa el diario bangladeshí 'The Independent'.