Con gritos de "¡Asesino!" o "¡Mentira!" y separadas por la policía, millares de personas se manifestaron ayer en la capital de Guatemala para exigir la renuncia o bien apoyar al presidente, Alvaro Colom, al que miraban ya los ojos de todo el mundo tras la difusión del vídeo en el que el abogado Rodrigo Rosenberg, acribillado el domingo cuando iba en bicicleta, acusa al mandatario y a sus allegados de haber ordenado su muerte. "No soy matón, asesino ni narcotraficante y todo lo que dice allí. No voy a renunciar porque me eligió el pueblo", dijo Colom.

"Lamentablemente, si usted está en este momento oyendo o viendo este mensaje es porque fui asesinado por el señor presidente", empieza diciendo el jurista Rosenberg en el impresionante vídeo de 20 minutos de duración en el que acusa al presidente guatemalteco, a su esposa, Sandra Torres, y a su secretario, Gustavo Alejos, de encubrir operaciones de lavado de dinero, así como de matar a quien intenta denunciarlos.

Rosenberg fue abogado del empresario Khalil Musa y su hija Marjorie, asesinados a balazos el 14 de abril. Rosenberg explica que Musa estaba a punto de revelar los desvíos de fondos del Gobierno para financiar "negocios millonarios e ilegales" a través del banco Banrural. El abogado, que asegura dejar las pruebas a la justicia, acusa a Alejos de amenazarlo con que "él se iba a encargar de que no siguiera hablando" de los Musa.