AMSTERDAM. Volkert Van Der Graaf comunicó ayer al juez que consideraba al líder populista holandés "un peligro para los sectores más débiles de la sociedad". Van der Graaf mató a Pim Fortuyn el 6 de mayo del 2002. El asesino declaró que no hubo un "desencadenante concreto", que simplemente se le ocurrió hacerlo el día antes. EFE