La nueva ministra europea de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, se comprometió ayer ante el Parlamento Europeo a actuar en favor de los intereses de la Unión Europea (UE) y no ser "una extensión" del Gobierno británico. Ashton se defendió de las críticas a su falta de experiencia diplomática y dijo que estaba convencida de tener "las aptitudes adecuadas para el puesto". Pese a que dio pocos detalles sobre la posición que defenderá en los principales temas de la agenda política internacional, Ashton superó con éxito su primera prueba ante la Eurocámara.

"No voy a ser una extensión del Gobierno británico. He sido nombrada por los 27 estados miembros y voy a reflejar la posición de la UE", afirmó ante las críticas de algunos eurodiputados. Ashton insistió en que siempre ha sido "proeuropea" y que asume la Carta de Derechos Fundamentales europea, pese a que su país sea euroescéptico y se haya autoexcluido de la misma.

Ashton afirmó que incrementará el peso político internacional de la UE y se mostró partidaria de una diplomacia discreta, pero efectiva. También se comprometió a "buscar siempre el consenso, no al nivel más bajo, sino al más alto". Defendió "fortalecer el diálogo y las relaciones con Rusia", subrayó que "la relación estratégica con China es muy importante" y ofreció a EEUU colaboración para resolver el problema de Afganistán. También abogó por un frente internacional unido ante el programa nuclear iraní.