Los disconformes que tengan necesidad de hacerse oír durante los Juegos de Pekín dispondrán de zonas habilitadas en las inmediaciones del Estadio Olímpico para manifestarse. "Crearemos zonas especiales durante los Juegos para los manifestantes y atenderemos sus especiales necesidades", dijo Li Zhanjun, director de prensa del Comité Organizador de Pekín 2008 (BOCOG), citado hoy por el diario "South China Morning Post".

Según Li, todavía no se ha decidido si los extranjeros podrán o no acceder a estas áreas o si se crearán otras para ellos, pero un miembro del Comité Olímpico Internacional a cargo de la seguridad, que ya estuvo involucrado en las mismas tareas en los Juegos de Sydney y Atenas, negó este extremo. El experto señaló que estas zonas estarán en sureste y suroeste del Centro Acuático Nacional, también conocido como "Cubo de Agua", y del Estadio Olímpico o "Nido de Pájaro". Las zonas habilitadas serán vigiladas por las fuerzas del orden público.

Sir Craig Reedie, miembro del COI, alabó la iniciativa en Pekín, donde mañana comienza la Asamblea del Comité Olímpico Internacional, y dijo que es un "movimiento en la dirección correcta. Los derechos humanos y la libertad de expresión son muy importantes". Por su parte, el portavoz de Human Righs China, señaló que esas áreas serán estériles y probablemente artificiales, ya que "las autoridades tienes recursos suficientes para llenar las áreas con trabajadores del gobierno" y ofrecer a los medios chinos un simulacro.

"En Atenas (donde por primera vez se instalaron estas áreas) se podía protestar pacíficamente fuera de las áreas para manifestarse y no correr el riesgo de ser arrestado", afirmó al diario el portavoz de la organización, Nicolas Baquelin. Actualmente, la ley china obliga a aquellos que quieren manifestarse a pedir permiso a la policía y esperar a que le sea concedido, lo que raramente ocurre.

Pekín ya ha indicado que aquellos extranjeros que vengan a Pekín con motivo del evento deportivo deberán someterse a la legislación china y ha advertido de que las fuerzas del orden actuarán en consecuencia si alguien se salta la ley.