El presidente sirio, Bashar al Assad, ha propuesto este domingo la celebración de una conferencia de "reconciliación" con aquellos que "no han traicionado a Siria", una iniciativa que vendría seguida de la formación de un nuevo gobierno y la aprobación de una amnistía.

En su primer discurso público desde la entrevista concedida a una cadena rusa en noviembre de 2012, el presidente sirio ha dejado claro que no dialogará con la "marioneta creada por Occidente", en referencia a la coalición de opositores reciéntemente creada y que ha recibido el respaldo de países occidentales.

"La primera etapa de la solución política requerirá que las potencias regionales dejen de financiar y armar (a la oposición) y que terminen las operaciones terroristas y el control de las fronteras", ha dicho.

"Hoy nos reunimos cuando el sufrimiento es incontenible en el territorio sirio. No hay lugar para la alegría mientras la seguridad y la estabilidad están ausentes en las calles de nuestro país", ha subrayado, en su parlamento en el palacio de la Ópera de Damasco. "La nación es de todos y todos debemos protegerla", ha recalcado.