El fundador de Wikileaks, Julian Assange, disfrutó ayer de su primer día de libertad tras salir de la cárcel a última hora del viernes, y lo hizo con el estilo que le caracteriza: habló por los codos, se mostró desafiante, acusó a EEUU de estar llevando a cabo una investigación "agresiva", "secreta" e "ilegal" contra su persona y contra la web que dirige y aseguró que es "cada vez más probable" que sea extraditado a Estados Unidos.

Frente a Ellingham Hall, la mansión georgiana en el este de Inglaterra que su amigo Vaughan Smith puso a su disposición para que pudiera salir en libertad condicional, Assange se dirigió a los periodistas que se agolpaban y se quejó de estar siendo objeto de "una campaña de difamación". "El riesgo que siempre nos ha preocupado es el de una extradición a EEUU y esto parece cada vez más serio y cada vez más probable", afirmó.

"Mucha gente ha quedado desprestigiada y muchos quieren hacer carrera persiguiendo un caso famoso", señaló Assange. Y, cuando se le preguntó si se estaba enfrentando a una conspiración de EEUU, el jefe de Wikileaks replicó: "Diría que hay una investigación muy agresiva". Y añadió que hay algunas instituciones "ocupadas en lo que parece ser ciertamente una investigación secreta y aparentemente una investigación ilegal".

MAS MATERIAL Assange afirmó que la mayor parte de los ataques contra su portal no eran de gobiernos sino de bancos en Dubái, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos. Pero cuando se le preguntó sobre las informaciones que apuntan a que Wikileaks filtrará documentos bancarios secretos, se negó a decir a qué bancos afectarían.

El experto informático, cuya web ha filtrado 250.000 cables diplomáticos confidenciales de EEUU, prometió luchar "contra la campaña de difamación" que, según asegura, está detrás de la demanda de extradición cursada por Suecia, que le acusa de agresiones sexuales. "Es una campaña de difamación muy exitosa y totalmente injustificada", dijo.

"Mi sensación es que hay una serie de intereses diferentes, personales, nacionales e internacionales, que se alimentan todos de este procedimiento de extradición y que lo estimulan", añadió Assange. Preguntado sobre el caso de Bradley Manning, el soldado de EEUU sospechoso de filtrar los cables diplomáticos y que está detenido en una base militar, Assange dijo que está en una situación difícil, pero recalcó que la política de Wikileaks es no saber de dónde proceden los documentos porque es la mejor forma de proteger sus fuentes.

Mientras, la policía australiana señaló ayer que ha concluido la evaluación de las filtraciones y que Assange no ha violado ninguna ley del país.