Miles de manifestantes salieron ayer a las calles de las ciudades paquistanís para expresar su rechazo por la muerte de 18 personas en un bombardeo de la CIA dirigido contra el número dos de Al Qaeda, el egipcio Aymán al Zauahiri. Fuentes de los servicios secretos de Pakistán dijeron que el terrorista egipcio había sido invitado a una cena en la localidad atacada, Damadola, a 200 kilómetros al noroeste de Islamabad (la capital paquistaní), pero que no había evidencias de que se encontrara en el pueblo en el momento de la ofensiva aérea.

En Karachi, la ciudad con más población del país, más de 10.000 personas se congregaron en la calle. Corearon consignas contra el Gobierno de Washington y quemaron banderas de EEUU. "¡Abajo América!"; "¡No más bombas contra gente inocente!"; "¡Todos los amigos de América son unos traidores!", gritaron los manifestantes en clara alusión al presidente paquistaní, Pervez Musharraf, aliado del presidente estadounidense, George Bush, en la lucha contra el terrorismo internacional. También se registraron concentraciones, aunque menos numerosas, en ciudades como Islamabad, Peshawar, Lahore y Multán.

Las marchas de protesta fueron convocadas por una coalición de grupos religiosos musulmanes antiamericanos, aunque también se sumaron algunas organizaciones laicas. En la de Karachi, uno de los convocantes exigió al Gobierno paquistaní que anule la visita que tiene previsto llevar a cabo a Pakistán George Bush padre, quien, en calidad de enviado especial de las Naciones Unidas, supervisará la ayuda enviada al país asiático tras el terremoto que arrasó parte de la región de Cachemira el pasado octubre, y en el que murieron más de 70.000 personas.

SIN COMENTARIOS La Casa Blanca y el Pentágono siguen sin hacer comentario alguno sobre lo ocurrido en Damadola, a pesar de la protesta oficial del Gobierno de Islamabad. El periódico paquistaní en lengua inglesa Dawn (Amanecer) aseguró ayer que Zauahiri era esperado el viernes pasado --día en que tuvo lugar el ataque aéreo-- en una de las tres casas sobre las que cayeron al menos cuatro misiles disparados por un avión de la CIA no tripulado. Según recoge el rotativo, que cita fuentes del espionaje paquistaní, el terrorista egipcio estaba citado con dos militantes islamistas, los clérigos Maulvi Faqir Mohamed y Maulvi Liagat, para celebrar el Aid el Adha, la fiesta más importante del calendario musulmán.

A pesar de que pobladores de la localidad bombardeada aseguraron que los 18 muertos eran vecinos de la aldea, fuentes de los servicios secretos paquistanís dijeron que al menos siete de los fallecidos eran extranjeros.

Todo apunta a que EEUU no se fía de la versión de los lugareños y ha decidido aguardar a que se lleve a cabo la identificación de los cadáveres. Espías estadounidenses afirmaron, según publicó ayer The Washington Post , que "es demasiado pronto para saber si el bombardeo mató a Zauahiri". De hecho, existe confusión sobre el lugar donde se hallan los cadáveres. Algunas fuentes aseguran que islamistas se llevaron algunos cuerpos, y otras dicen que están en manos de las fuerzas paquistanís para hacerles las pruebas de ADN.