Al menos dos cohetes impactaron en la base militar iraquí de Besmaya, en el sur de la capital, que alberga tropas de la coalición internacional de lucha contra Estado Islámico (EI) liderada por Estados Unidos, en el tercer ataque de este tipo en una semana, informaron este martes las autoridades iraquís.

La base de Besmaya, en el sur de Bagdad, alberga a tropas españolas, portuguesas, británicas y estadounidenses de la coalición internacional que lucha contra el EI en Irak. Ningún de los 350 militares españoles desplazados en esta base ha resultado herido. El contingente español realiza tareas de entrenamiento a las fuerzas de seguridad locales.

A 100 metros de la base

Se trata del tercer ataque en una semana a bases iraquíes en las que hay militares españoles desplegados. Los dos anteriores fueron contra la base de Camp Taji y en ellos sí que fallecieron al menos tres militares de la coalición internacional y varios efectivos iraquíes resultaron heridos, aunque tampoco resultó afectado ningún miembro del contingente español.

Según ha asegurado un portavoz del Ministerio de Defensa, no ha habido daños personales ni materiales en este ataque. El Mando de Operaciones ha detallado que los cohetes han caído a 100 metros de la base y no se ha producido ningún tipo de daño.

La agencia de noticias iraquí apunta que los cohetes han caído en tierras agrícolas en las fábricas de ladrillos de Al-Nahrawan, en las cercanías de Besmayah.

Hasta el momento, no han sido reivindicados por ningún grupo, aunque Washington acusa directamente a la milicia armada chií Kata'ib Hizbulá, integrada dentro de la agrupación Multitud Popular. Ayer, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, llamó al primer ministro iraquí en funciones, Adel Abdelmahdi, y reiteró que es responsabilidad del Gobierno iraquí proteger a las tropas extranjeras.

Esta conversación se produjo después de que el pasado 14 de marzo al menos tres miembros de la coalición internacional, además de dos militares iraquíes, resultaran heridos en un ataque con cohetes contra la base de Taji, a unos 30 kilómetros al norte de Bagdad.

Milicias iraquís

El pasado día 11, dos militares estadounidenses y uno británico perecieron en un ataque con casi una veintena de cohetes contra las mismas instalaciones, donde está desplegado personal de la coalición internacional en tareas de entrenamiento y asesoramiento.

Al día siguiente, Estados Unidos respondió con bombardeos contra lo que identificó como posiciones de las milicias iraquís Kata'ib Hizbulá, apoyadas por Irán, si bien el Gobierno iraquí denunció que las acciones causaron cinco bajas entre sus militares y policías y la muerte de un civil.

Estos ataques se producen en medio de una escalada de tensión en Oriente Medio que comenzó a principios de enero tras la muerte del poderoso general iraní Qasem Soleimaní en un bombardeo selectivo de Estados Unidos en Bagdad.