Atenas ha vivido una nueva noche de disturbios cuando grupos de jóvenes radicales se enfrentaron con la Policía tras una concentración en el barrio de Exarhia, en recuerdo del joven muerto allí hace dos semanas por disparos de un agente. Según informaron hoy los medios locales, varias organizaciones de estudiantes habían convocado una concentración pacífica, tras la que algunos de los participantes prendieron fuego a contenedores de basura y lanzaron piedras y cócteles molotov contra las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos.

Los incidente se extendieron hacia la cercana Escuela Politécnica de Atenas, lugar en que se refugian los radicales debido al asilo universitario, que no permite a la Policía penetrar en al recinto. Otros incidentes se ocasionaron en las inmediaciones de la Facultad de Derecho de la capital, donde un grupo de encapuchados lanzó piedras contra las oficinas del archivo de deudas de ciudadanos al Estado y quemaron tres vehículos con bombas incendiarias. Otros seis vehículos ardieron en el distrito de Filadelfia mientras que en el barrio de Kipseli fueron atacados una sucursal bancaria y una oficina de empleo.

Los agentes antidisturbios emplearon también gases lacrimógenos para dispersar a una veintena de personas que arrojaron basura contra las dotaciones policiales que custodian el nuevo árbol de Navidad ubicado frente al Parlamento. El anterior ejemplar fue quemado por los violentos durante las protestas contra la muerte del joven de 15 años Alexis Grigoropoulos, que desató una ola de disturbios y protestas contra la gestión del Gobierno que dura ya dos semanas.

Fuentes policiales informaron de que está mañana se estaba efectuando un peritaje del lugar de la muerte del adolescente, para tratar de aclarar el suceso. La familia de la víctima había solicitado esa inspección ocular que, junto con el informe balístico, permita establecer si el joven murió a causa de un disparo directo o si, como asegura la defensa de los agentes implicados, se debió al rebote de una bala.