Una vez más, el horror. Un triple atentado islamista, cometido tan sólo un día después de que el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, llamase a sus seguidores a atacar blancos civiles, devastó ayer el centro turístico egipcio de Dahab y causó al menos 30 muertos y 150 heridos.

Tres explosiones casi simultáneas sacudieron la pequeña localidad, ubicada en el extremo sur de la península del Sinaí, hacia las 19.15 horas. Los terroristas, que emplearon maletines para ocultar los explosivos y mandos a distancia para hacerlos detonar, atacaron un hotel, un restaurante y una comisaría. El Gobierno informó de que la mayoría de muertos son egipcios y de que hay cuatro extranjeros entre los fallecidos, aunque miembros del personal sanitario dijeron que es justamente al revés. La Embajada de España en El Cairo no tiene constancia de que haya víctimas españolas.

AYUDA ISRAELI Tras las explosiones, la policía se desplegó rápidamente e impidió la salida de los turistas que intentaban escapar. No obstante, centenares de israelís que se encontraban en la zona decidieron dar por terminadas sus vacaciones y anoche se dirigían a su país. Pero pasar la frontera entre Egipto e Israel era prácticamente imposible anoche, ya que ambos países decidieron cerrar los pasos fronterizos; el primero, para "impedir la huida de posibles sospechosos", y el segundo, por seguridad. De hecho el Gobierno del primer ministro, Ehud Olmert, decretó el estado de emergencia en su territorio. También ofreció médicos y personal de socorro para afrontar la tragedia.

Más de 20.000 israelís se habían desplazado en los últimos días a la península del Sinaí pese a las advertencias que habían recibido del Gobierno en el sentido de que existía el riesgo de atentados en la zona, según fuentes oficiales. "Las amenazas que teníamos en nuestro poder hablaban de pequeñas organizaciones de alguna manera vinculadas a Al Qaeda. Hace un mes elevamos el nivel de alerta", declaró Dany Arditi, responsable de la lucha antiterrorista.

"Vimos muchos muertos. Gente que gritaba. Gente que era llevada al hospital. Había trozos de cuerpo por todas partes. Y policía, había policía por todas partes", declaró el camarero de un café cercano al lugar donde tuvo lugar una de las explosiones.

En Egipto era lunes festivo, la Fiesta de la Primavera. Además, los atentados han coincidido con el final de la pascua ortodoxa. La temperatura es agradable, el agobiante calor del verano aún no ha llegado y en la zona se vive una plena temporada vacacional. Dahab --"oro" en árabe-- es una localidad pequeña, un antiguo pueblo beduino ubicado a 550 kilómetros de El Cairo y 85 al norte de Sharm el Sheij. Es famoso por los corales y el buceo. Un lugar tranquilo. Muchos de los extranjeros que van allí son expatriados que viven en Egipto.

Masbat, el barrio donde, al parecer, se produjeron las explosiones, está en la zona de Asalá, una de las más desarrolladas de la localidad, donde hay más restaurantes, bares y comercios.

CONDENA DE HAMAS "Los responsables de este acto terrorista horrible serán perseguidos y castigados de acuerdo con la ley", reaccionó el presidente egipcio, Hosni Mubarak. El presidente de EEUU, George Bush, calificó los atentados de "acto de odio", que condenó "enérgicamente". También condenó los ataques el Gobierno palestino de Hamás. "Condenamos este ataque criminal contra gente inocente", rezaba un comunicado.