El presidente de turno del Consejo de Gobierno de Irak, Ezedín Salim, ha resultado muerto en un atentado perpetrado esta mañana con un coche bomba cerca del cuartel general de la coalición en Bagdad, según la cadena de televisión Al Jazira. En el atentado han muerto 10 civiles iraquís (incluidos dos hermanos de Ezedín), varias decenas han resultado heridas, entre ellos dos soldados norteamericanos.Ezedín Salim, de confesión shií y miembro del grupo Al Dawa, se había distinguido en los últimos días por las ácidas críticas vertidas contra el clérigo radical shií Moktada al Sadr, cuyos partidarios protagonizan un levantamiento armado en todo el sur del país desde hace varias semanas.La explosión que acabó con la vida de Salim pudo oirse claramente en todo el centro de Bagdad y de inmediato se ha visto emerger desde la zona una espesa humareda negra.Este es el segundo miembro del Consejo de Gobierno (nombrado por EEUU) asesinado por los insurgentes iraquís, después de que el pasado septiembre muriera tiroteada una de las dos mujeres miembros del Consejo, la también shií Aquila Hashmi.Combates en Nasiriya y KerbalaMientras, prosiguen los combates entre los partidarios de Moktada al Sadr y las tropas de la coalición en Nasiriya y Kerbala han segado la vida a 14 milicianos iraquís y un soldado italiano.En Nasiriya los enfrentamientos entre milicianos shiís radicales y carabinieri italianos comenzaron la tarde del domingo, y se han mantenido durante toda la noche. Según el Ministerio de Defensa italiano, seis militares italianos resultaron heridos graves, y uno de ellos ha fallecido esta madrugada.Otros nueve iraquís, civiles y milicianos, han muerto en los combates, y 14 han resultado heridos, según han confirmado fuentes del hospital de Nasiriya. Los enfrentamientos, los más graves de los últimos días, se han prolongado durante más de seis horas, aunque esta mañana la situación está más calmada en la zona.Los militares italianos se han visto obligados a abandonar sus puestos de control en la ciudad (al sur de Bagdad) ante el avance de los radicales shiís.