A pesar de las más de 24 horas transcurridas desde el atentado que en la noche del domingo acabó con la vida de 18 personas e hirió a más de un centenar en el barrio obrero de Güngören de Estambul, nadie sabe a ciencia cierta a quién corresponde la autoría de la masacre. Ayer se sucedieron las declaraciones y los desmentidos, que no hicieron sino arrojar más sombras sobre una tragedia que para buena parte de los estamentos oficiales y de la prensa turca solo tiene un culpable visible: el separatismo kurdo.

Los atentados se han producido en un momento de máxima tensión en Turquía, en plena cruzada judicial de los sectores laicos contra el partido islamista en el Gobierno, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). Al juicio por la ilegalización del PJD se suma la decisión de los tribunales de investigar la llamada red Ergenekon, de ideología ultranacionalista y acusada de intentar crear el caos para forzar también la caída del Gobierno.

"El terrorismo no diferencia entre sexos, razas o religiones. Debemos estar unidos y ser solidarios contra el terrorismo. La organización terrorista debe perder el apoyo popular y nosotros debemos luchar contra quienes la apoyan", afirmó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, desde el lugar del atentado, donde le rodeaba una muchedumbre que coreaba: "¡Abajo el PKK!". Algo que hacía pensar que el político islamista liberal se refería al grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), pero Erdogan corrigió a los periodistas: "Al terrorismo, llamémoslo solo terrorismo. En el momento que le ponemos nombre hacemos propaganda de la organización terrorista".

ACUSACION DIRECTA Quienes sí acusaron directamente al PKK fueron la prensa turca, el gobernador de Estambul, Muammer Güler, y Deniz Baykal, líder del Partido Republicano del Pueblo (PRP, nacionalista y laico), el principal grupo de la oposición. Baykal acusó al PKK de estar detrás del atentado porque, según dijo, un policía le aseguró que los explosivos usados en Güngören coinciden con los utilizados por el grupo kurdo en otros atentados. Por ello instó a los ciudadanos a colocar banderas de Turquía en sus ventanas y a reaccionar al atentado "como en España": con manifestaciones multitudinarias.

Pero el PKK condenó el atentado y se desvinculó de él y acusó a Baykal de "esconder a los verdaderos culpables". También el líder del Partido de la Sociedad Democrática, Ahmet Türk, calificó el ataque de "traidor" --aun cuando no suele condenar las acciones del PKK-- y pidió que se investigue "en todas direcciones".

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