El terrorismo alcanzó ayer las islas Maldivas, uno de los destinos turísticos más exclusivos del planeta. Al menos 12 turistas (ninguno de ellos de nacionalidad española) resultaron heridos al estallar una bomba de fabricación casera a la entrada de la principal mezquita de Malé, la capital, un lugar de paso para los extranjeros que visitan el país.

"Justo a las 14.30 horas hubo una gran explosión en la entrada principal", explicó el portavoz del Gobierno de Maldivas, Mohammad Shareef, que añadió que se trataba de un artefacto explosivo de fabricación casera.

El portavoz del Gobierno añadió que no corría peligro la vida de ninguno de los turistas, entre los cuales había dos británicos, dos japoneses y ocho chinos. "Solo los dos británicos tienen quemaduras graves, el resto solo ha sufrido heridas leves", dijo por su parte el ministro de Turismo, Mahmoud Shougee.

Los medios de comunicación locales precisaron que el explosivo estaba hecho por el motor de una lavadora unido a un cilindro de gas y que fue accionado a distancia mediante un teléfono móvil. La mezquita está situada junto al parque Sultán, uno de los principales lugares de ocio de la capital, y junto al cuartel general del Ejército.