Otra vez un atentado de un kamikaze con coche bomba y otra vez supuestamente dirigido contra una comisaría de policía. Otra vez, restos humanos esparcidos. Ayer le tocó el turno a Faluya, situada a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, en el denominado triángulo suní, donde han ocurrido muchos de los ataques de la resistencia contra las fuerzas de ocupación. La policía iraquí informó de cuatro víctimas mortales, pero fuentes hospitalarias señalaron que se habían producido seis muertos, incluido el propio suicida. Entre las víctimas hay niños.

El coche bomba, al parecer un vehículo de la compañía pública Al Fao, estalló a primera hora de la tarde junto a una escuela de secundaria, a unos 100 metros de la comisaría, el supuesto objetivo del agresor. Esta nueva matanza se produjo sólo un día después de los cinco atentados que causaron 43 muertos y más de 200 heridos en Bagdad.

ATAQUE A LA PLUS ULTRA

Mientras, una patrulla de la Brigada Plus Ultra fue recibida a tiros, en la noche del lunes al martes, por unos desconocidos en una carretera de la localidad de Al Hamza. En el intercambio de disparos no se produjeron heridos ni daños materiales. Los atacantes, que iban armados con fusiles ametralladores kalashnikov, lograron escapar.

Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CIRC) subrayó ayer su "independencia" respecto a EEUU, reaccionando así a una petición realizada por el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, para que esta organización internacional no se retire de Irak. El CIRC aún no ha tomado ninguna decisión sobre una eventual evacuación de su personal internacional.