Un kamikaze estrelló ayer el coche que conducía, cargado de explosivos, contra una comisaría de policía de Bagdad y, además de causar su propia muerte, mató a otras ocho personas (tres policías y cinco civiles). El atentado se produjo en el barrio de Al Sadr City (antes Sadam City), de mayoría shií y causó también 38 heridos.

La matanza se produjo cuando centenares de funcionarios policiales hacían cola ante el edificio para percibir sus salarios. Según fuentes hospitalarias, el saldo de víctimas mortales puede incrementarse en las próximas horas ya que al menos ocho heridos están muy graves.

El autor del atentado consiguió atravesar el puesto de control del edificio, a pesar de que varios policías trataron de interponerse, según relató el general Thamer al Sadun, un jefe policial. "El vehículo estalló cinco metros después del puesto de control", añadió.

La explosión provocó escenas dantescas. "He encontrado la cabeza del kamikaze. Tenía barba", declaró un agente. Otro funcionario policial, el teniente Salah Mortada, señaló: "He visto el cuerpo del kamikaze carbonizado. Pude ver sus huesos. No le quedaba piel. Había restos humanos por todas partes; un brazo por aquí, una pierna por allá". Dos cadáveres fueron hallados en el tejado de la comisaría.

Una fuente policial que pidió anonimato señaló que el pago de los sueldos se tenía que haber efectuado una semana atrás, pero se aplazó por motivos burocráticos. Otro policía, Saleh Abdalá, subrayó: "Alguien sabía que era el día de pago. Ha sido el trabajo de un profesional".

NORTEAMERICANO FALLECIDO Mientras tanto, los ataques de la resistencia iraquí contra las fuerzas ocupantes no cesan. Horas antes del atentado, un soldado de EEUU perdió la vida cuando su convoy fue alcanzado por un lanzagranadas, cerca de Baquba. Con esta muerte, ya son 92 el número de militares estadounidenses fallecidos en acciones de la resistencia desde el fin oficial de la guerra.

Por su parte, el presidente norteamericano, George Bush, aseguró ayer que lanzó la guerra contra Irak para proteger a los estadounidenses de "un loco", Sadam Husein.