Ocho personas, entre ellas tres diputados, han fallecido en un atentado suicida en la cafetería de la Cámara, el primero de este tipo contra uno de los principales edificios de la ultraprotegida Zona Verde de Bagdad. Otra veintena de personas han resultado heridas.La explosión ha ocurrido a la hora del almuerzo, cuando algunos diputados estaban comiendo y otros departían con periodistas. Según fuentes de seguridad, el kamikaze ha entrado con una maleta en la cafetería, donde ha hecho explotar un cinturón de explosivos.El suicida era probablemente guardaespaldas de un parlamentario, según un miembro del servicio de seguridad. Este ha añadido que tres diputados rechazaban sistemáticamente que les registraran tanto a ellos como a sus guardaespaldas. "Las medidas de seguridad eran estrictas, se estaba celebrando una sesión", ha asegurado.Un parlamentario suní y otro kurdo, entre los fallecidosSegún la misma fuente, la investigación se centrará también en los empleados de la cafetería, que cambió de gerente hace menos de un mes.De momento, solo se ha confirmado la identidad de uno de los diputados fallecidos, Mohamed Awad, miembro del Frente Iraquí para el Diálogo Nacional (un partido suní que controla 11 de los 275 escaños del Parlamento). Otro es un miembro de la Alianza Kurda, segundo grupo de la Cámara con 53 diputados.Área de máxima seguridadLa Zona Verde, que comprende las principales instituciones iraquís y la Embajada de EEUU, es el sector de máxima seguridad de la capital iraquí. Los ataques en este recinto son muy raros. El peor atentado anterior en la Zona Verde ocurrió en octubre del 2004, cuando dos miembros de Al Qaeda se suicidaron en un restaurante, matando a otras cinco personas.El presidente del Parlamento iraquí, Mahmud al Mashadani, ha convocado para mañana, viernes (habitual día de asueto en Irak), una sesión extraordinaria de la cámara para expresar su rechazo contra el acto terrorista.Por su parte, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha condenado el "odioso crimen" con el que los terroristas pretendían, a su juicio, hacer fracasar el proceso democrático. Maliki, que se encuentra de viaje por Asia, ha afirmado en un comunicado que el ataque "no debilitará la voluntad de los representantes del pueblo iraquí".