El Gobierno de Nicaragua reclamó "respeto" a todos en el país, en un mensaje dirigido "en primer lugar" al Episcopado, que horas antes pidió a las autoridades poner fin al asedio contra sus parroquias, en medio de la peor crisis sociopolítica en décadas.

"Merecemos respeto a la dignidad, de todos, en primer lugar de quienes dicen tener autoridad pastoral", dijo la esposa del presidente Daniel Ortega y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, en una alocución pública.

ASEDIO A LAS PARROQUIAS

La Conferencia Episcopal de Nicaragua pidió al Ejecutivo, el cese del asedio en las parroquias y mostró su preocupación por las agresiones físicas sufridas anoche por un sacerdote y una monja en el interior de la Catedral Metropolitana de Managua por parte de "grupos violentos afines al Gobierno", según denunció.

El asedio es ejecutado por agentes de la Policía Nacional y grupos progubernamentales, según los obispos, a quienes Ortega ha calificado como "golpistas".

Por su parte, el cardenal Leopoldo Brenes promovió en el Canal Católico la idea de un grupo de sacerdotes para realizar un día de adoración ante Jesús Sacramentado, rezar el Santo Rosario y la oración del exorcismo de San Miguel "para que aleje de nosotros todas aquellas insinuaciones que puedan dividirnos", dijo.

CONFLICTOS DE PODER

Murillo, quien dijo proclamar la paz en Nicaragua, afirmó que "no hay quienes se subordinen a la maldad, a designios que no son pastorales, que más bien parecen salidos de infiernos, que no aceptamos. Luchamos de sol a sol, sin admitir esa oscuridad que unos cuantos, todavía atascados en el egoísmo, proclaman".

Los desencuentros entre el Gobierno y el clero nicaragüense suceden en el quinto día desde que el padre Edwin Román, se mantiene encerrado por la Policía en su parroquia, sin suministro de agua, energía ni alimentos, con otras 15 personas, 11 de las cuales mantienen una huelga de hambre voluntaria.

La crisis, que según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha dejado al menos 328 muertos, es la peor de Nicaragua desde los años 1980 a 1990, también con Ortega en la Presidencia.