Las autoridades sanitarias de Cuba informaron hoy de dos nuevos fallecimientos por el consumo de alcohol metílico vendido ilegalmente en un barrio de La Habana, con lo que se elevan a once las muertes ocurridas en este episodio de intoxicación masiva.

La Dirección Provincial de Salud de la capital isleña precisó en un reporte emitido por la televisión estatal que en las últimas 24 horas se produjeron otros dos decesos, el último de ellos el de un hombre que murió en su vivienda.

Por ello, las autoridades sanitarias insistieron hoy en que las personas en riesgo acudan de forma inmediata a los centros médicos ante la presencia de cualquier síntoma.

Desde que se conoció el caso 59 personas han sido hospitalizadas, la mayor parte en el Hospital Clínico Quirúrgico Joaquín Albarrán, cuya directora, Juana Daysi González, indicó hoy a Efe que la mayoría de los ingresados en ese centro presentan una evolución satisfactoria y una mejoría ostensible y muchos de ellos pueden recibir el alta médica en las próximas horas.

La mayoría de los afectados en esta intoxicación por ingerir lo que se conoce en Cuba como "alcohol de madera" residen en el municipio habanero de La Lisa, donde una vecina de la zona comercializó ilegalmente esa sustancia que, según investigaciones preliminares, fue robada de un almacén del Instituto de Farmacia y Alimentos por dos trabajadores.

En las "Alturas de La Lisa", una humilde zona de la capital cubana, el caso ha consternado a sus vecinos, muchos de ellos afectados directa o indirectamente por la intoxicación.

"Mi hermano se me murió, delante de mis ojos. Y mi tío Jesús también", relató a Efe Daymara, una vecina de la zona que ha perdido a esos dos familiares, de 37 y 53 años respectivamente.

Daymara acompañó al hospital a su hermano y su tío que, tras ingerir ese nocivo alcohol, comenzaron a sentir fuertes dolores de cabeza y en la boca del estómago, sudor frío y pérdida de visión.

Fran Mustelier, de 37 años, es otro de los vecinos de la zona que probó ese alcohol y que acudió al hospital cuando vio "a compañeros de la cuadra desmayándose".

Aunque en su caso no tuvo mayores problemas y fue dado de alta, Fran explica que la experiencia le sirvió para no volver a comprar alcohol de procedencia dudosa y que es más barato que el que se comercializa en las tiendas o bodegas.

El alcohol metílico es una sustancia que generalmente se usa como reactivo en laboratorios y centros de investigación.

Las autoridades sanitarias cubanas han subrayado que esa clase de alcohol es "sumamente tóxica para el organismo humano y su consumo puede provocar graves secuelas como ceguera e incluso la muerte".

La mayoría de las víctimas presentó síntomas típicos de intoxicación por alcohol metílico como "náuseas, dolores de cabeza, vómitos, decaimientos y problemas en la visión".