El número de víctimas civiles causadas por el conflicto afgano va en aumento, pero al mismo tiempo, los fallecimientos atribuibles a las denominadas "fuerzas progubernamentales" --fuerzas de seguridad afganas y militares extranjeros-- ha disminuido en los primeros meses del presente año, resultado de la reducción en la cantidad de bombardeos llevados a cabo por las aeronaves de la Fuerza Internacional de Ayuda a la Seguridad (ISAF). Tales son las conclusiones del informe publicado ayer por la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) que, además, recalcó que son las mujeres y los niños quienes están pagando el precio más elevado de esta guerra.

El documento para la primera mitad del 2010 elaborado por Naciones Unidas destacó que 1.271 civiles habían perdido la vida en incidentes relacionados con el conflicto entre insurgentes talibanes y fuerzas del orden, lo que equivalía a un incremento del 31% en comparación con la cifras del año pasado.

"BANDO ANTIGUBERNAMENTAL" No obstante, la mayoría de bajas fueron causadas por lo que la ONU define como "bando antigubernamental", que incluye a talibanes y a otros grupos menos ideologizados, en un número siete veces superior al provocado por las fuerzas del orden afganas y militares extranjeros, cuya cifra final bajó hasta un 12% del total de muertos, comparada con el 30% del año 2009.

Steffan de Mistura, representante especial en Afganistán del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó la "preocupación" sobre lo que pueda suceder en el futuro, ya que "el coste humano de este conflicto está siendo demasiado a costa de los civiles". De hecho, según denunció De Mistura, "los niños y las mujeres afganas son quienes están sufriendo más", ya que están siendo asesinados en sus casas y pueblos.

El general de EEUU David Petraeus ha reforzado la consigna de reducir las bajas civiles. "La medida por la cual se juzgará a nuestra misión es en la protección de la población del daño, causado por cualquier bando", afirmó en una directiva.