Los 500 militares que mantenía el Gobierno australiano en la base de Talil, en Nasiriya (sur de Irak), finalmente se han retirado. Con este último grupo culmina la operación de repliegue a la que se comprometió el recientemente elegido primer ministro australiano, Kevin Rudd.

De hecho, una de las promesas electorales del Partido Laborista fue retirar las tropas de Irak en el caso de ganar las elecciones del pasado 24 de noviembre, como finalmente sucedió. De manera que los soldados australianos serán sustituidos por militares de Estados Unidos.

Pese a que un portavoz militar británico indicó ayer que la retirada de los soldados australianos estaba todavía en curso, el representante del gobernador de la provincia de Dhi Qar explicó que el proceso de repliegue ya estaba totalmente finalizado.