El australiano Alek Sigley, que estuvo más de una semana detenido en Corea del Norte, ha calificado como falsas las acusaciones de espionaje lanzadas contra él por el régimen de Pionyang y lamentó no poder regresar a ese país.

Sigley, de 29 años, estaba estudiando un posgrado en literatura coreana en la Universidad Kim Il-sung de Pionyang desde finales de 2018. Fue detenido el 25 de junio pasado y quedó en libertad el 4 de julio gracias a la mediación de Suecia y después de una escala en Pekín llegó a Japón, de donde es su esposa, Yuka Morinaga.

La agencia oficial norcoreana KCNA aseguró que el australiano había sido detenido por "incitar" sentimientos contrarios al régimen de Pionyang, y aseguró que el estudiante supuestamente "admitió honestamente sus actos de espionaje".

Sin embargo, en una cadena de tuits publicados en las últimas horas, Sigley afirmó: "Las acusaciones de que soy un espía son obviamente, falsas". También indicó que los materiales que hizo llegar a NK News, un portal informativo especializado en Corea del Norte, son informes que "fueron publicados abiertamente".

El estudiante informó también de que se encuentra bien "tanto mental como físicamente", e indicó que sigue interesado en seguir sus investigaciones académicas sobre Corea del Norte, país al que no tiene planes de regresar "por lo menos a corto plazo".

"Toda esta situación me pone muy triste. No podré recibir mi maestría de la Universidad Kim Il-sung después de haber completado más de la mitad del curso y haber conseguido unos buenos resultados", agregó.

También afirmó que Pionyang sigue teniendo "un lugar muy especial" en su corazón, y lamentó no poder ver de nuevo a los "amigos cercanos" que tenía allí. En su cadena de tuits, el australiano señaló además que no tiene planes de conceder entrevistas ni dar ruedas de prensa.

El de Sigley fue el primer arresto de un extranjero en Corea del Norte del que se tiene conocimiento desde la detención del estudiante estadounidense Otto Warmbier, que fue condenado a 15 años de trabajos forzados por robar supuestamente un cartel de propaganda cuando visitaba Pionyang en diciembre de 2015.