El autor confeso del atentado supremacista a dos mezquitas en Nueva Zelanda en marzo del 2019, que se saldó con la muerte de 51 musulmanes, planificó el ataque meticulosamente para causar "la mayor cantidad de muertes posible" y tenía pensado atentar contra una tercera mezquita, según el relato del fiscal de la Corona, Barnaby Hawes, este lunes en la primera de las cuatro jornadas programas por el Tribunal Superior de Christchurch para dictaminar su condena. Quería "disparar a más personas" de las que atacó, señaló Hawes.

El objetivo de Brenton Tarrant, de 29 años, era "infundir miedo a quienes describió como 'invasores', lo que incluye a los musulmanes e inmigrantes no europeos", añadió el fiscal, antes de recordar que Tarrant fue detenido cuando se hallaba "en camino" hacia una tercera mezquita contra la que también tenía intención de atentar.

El acusado, que asumió su defensa legal el mes pasado, se enfrenta a una posible cadena perpetua sin posibilidad de fianza por 51 cargos por asesinato, 40 por tentativa de asesinato y uno por terrorismo, por el ataque a las mezquitas de Al Noor y de Linwood, en la ciudad neozelandesa de Christchurch. Tarrant se declaró culpable del atentado en marzo pasado.

TESTIMONIOS

Encerrado en un cubículo con paredes de cristal y flanqueado por cuatro guardias, el supremacista escuchó impasible los testimonios de 24 personas, entre ellas algunas de las 66 víctimas supervivientes y familiares de fallecidos.

"Estoy mentalmente traumatizada por el sonido de los disparos y las imágenes de los cuerpos en la mezquita (...) Vi cuerpos apilados unos sobre otros. A un hombre sentado en el suelo con el cuerpo de su hijo de cuatro años en brazos", explicó la refugiada somalí Muhubo Ali Jama, quien perdió a su esposo en Al Noor.

En medio del dolor y algunos momentos de lágrimas entre el público, algunos testigos también leyeron mensajes del Corán. "Estuviste equivocado y fuiste engañado... Tu odio es innecesario. Has conseguido que la comunidad mundial se una más por tus acciones diabólicas", dijo el imán Gamal Fouda, quien estaba dirigiendo el rezo en la mezquita de Al Noor cuando se produjo el ataque, al dirigirse al acusado.

PLANIFICACIÓN METICULOSA

Tarrant, que había llegado a Nueva Zelanda procedente de Australia en el 2017 e inmediatamente se dedicó a comprar armas semiautomáticas y una cantidad ingente de municiones, estudió sus objetivos incluso con drones como parte de un plan que incluía la publicación en internet de su ideario, la retransmisión del ataque en directo por Facebook y mensajes a su familia y a la prensa.

El fiscal explicó que el acusado tomó "notas detalladas" sobre las mezquitas para "asegurarse de que estuviera presente la mayor cantidad de feligreses como parte de este plan que incluía incendiar los dos templos y atacar un tercero".

Según la narración del fiscal, Tarrant comenzó disparando contra cuatro hombres al entrar en la mezquita de Al Noor, en el momento en que estaba teniendo lugar la tradicional oración de los viernes. Disparó "metódicamente contra los cuerpos", en un asalto en el que asesinó a un joven de 16 años que intentaba escapar y a un niño de tres años, la víctima más joven del atentado, cuando el pequeño estaba "aferrado de la pierna de su padre", detalló el fiscal.

Hawes también recalcó que al desplazarse de la mezquita de Al Noor a la de Linwood, un trayecto de unos 6,5 kilómetros de distancia, "el acusado hablaba y reía sobre varios aspectos de lo que había sucedido".

Mazharuddin Syed Ahmed, que vivió el ataque de Linwood, recordó que el atacante "estaba tan calmado... miraba alrededor... apuntaba con su arma y disparaba", mientras que Aya Al Umari, acusó a Tarrant de "ejecutar a sangre fría" a su hermano Hussein.

Está previsto que el juez del tribunal, Cameron Mander, dicte su sentencia el próximo jueves.