Las autoridades húngaras aislaron la fuente de un brote de ántrax que se detectó en una granja de ovejas en Jászladány, a uno 130 kilómetros al este de Budapest, y también vacunaron a todos los animales amenazados, informó hoy la oficina de prensa del ministerio de Agricultura a Efe.

La semana pasada la Oficina Nacional de Seguridad Alimentaria detectó el ántrax en una oveja de esa granja, lo que obligó a establecer una cuarentena y comenzar a investigar su origen.

La fuente de la contaminación estaba en una fosa en la que el dueño de la propiedad había enterrado a poca profundidad varias ovejas.

El ántrax es una enfermedad bacteriana de la piel que puede ser letal, y que afecta tanto a seres humanos como al ganado.

La bacteria del ántrax también ha sido usada en el pasado como arma biológica.

Las autoridades no sólo han puesto en cuarentena la explotación de 210 ovejas, sino que también han confiscado todos los productos cárnicos salidos de ella.

Ahora el ministerio informó de que ha vacunado a un total de 295 ovejas, 71 reses, 33 caballos y 19 cabras en esa y otras instalaciones agrícolas cercanas.

"Por el momento no hay epidemia humana, ni contaminación. Actualmente el peligro de contaminación es mínimo", señaló la oficina de prensa del Ministerio.

El ántrax puede transmitirse al hombre de tres maneras: por las vías respiratorias, a través de la carne infectada y por las heridas de la piel, pero no se contagia de persona a persona.

La prensa local informó de que este año la localidad no contaba con recursos como para mantener un contenedor de animales muertos y que son los propietarios quienes tienen que encargarse de los cadáveres.