El avión del gobierno de Argelia en el que viaja el presidente Abdelaziz Bouteflika, ha despegado del aeropuerto de Ginebra en Suiza en dirección a su país. Después de pasar dos semanas en un hospital suizo, el dirigente vuelve a su país en un clima de manifestaciones y protestas diarias contra su candidatura a las elecciones.

Bouteflika, que ahora se mueve en silla de ruedas, apenas ha sido visto públicamente desde que sufrió un derrame cerebral en el 2013. Según el último parte médico, el presidente se encuentra en estado crítico debido a la degradación de su sistema neurológico, pese a no sufrir ninguna enfermedad mortal.

Su avanzada edad (81 años) y las secuelas del derrame cerebral hacen que Bouteflika se encuentre en "amenaza vital permanente", según informaba el diario suizo 'La Tribune de Genève' a partir de los análisis médicos obtenidos el pasado 7 de marzo.

CLIMA CRISPADO

En Argelia, hace más de tres semanas que se vive un clima de manifestaciones y protestas estudiantiles por todo el país. Los argelinos empezaron a salir a la calle el pasado 22 de febrero frente a la posibilidad de un quinto mandato de Bouteflika, que lleva 20 años ostentando el poder.

Las redes sociales consiguieron convocar en Argel a la mayor concentración de personas que se recuerda en la capital en la última década. Tras la confirmación de una candidatura de Bouteflika, las protestas se extendieron por todo el país y entre los argelinos en la diáspora, con importantes movilizaciones en Francia.