Su partida marcó el comienzo de la ofensiva. ¿Acaso su regreso anuncia el final de los combates? Después de pasar tres semanas en Londres, el gran ayatolá Alí Sistani regresó ayer a Irak para poner fin al conflicto de Nayaf. Llegado a Basora vía Kuwait, está previsto que hoy entre en la ciudad santa en compañía de miles de shiís. Pero su misión de salvamento puede llegar demasiado tarde. Los rebeldes de Moktada al Sadr, atrincherados en torno al mausoleo del imán Alí, están en situación desesperada. Tan sólo 20 metros separan a los blindados de EEUU del santuario.

El 6 de agosto, un día después del comienzo de los combates, Sistani abandonó su casa, a dos pasos del mausoleo, donde hasta entonces había permanecido prácticamente recluido. Oficialmente, un "problema cardiaco" le había obligado a internarse en un hospital del Reino Unido. En la práctica, el eclipsamiento súbito de este hombre venerado por la comunidad shií había dejado el campo libre para que los marines liberaran Nayaf de sus milicianos. No fue el único en desaparecer. Todos los altos dignatarios enarbolaron excusas diversas y se fueron.

ALEJADO DE LA POLITICA Desde la muerte, en 1992, del gran ayatolá Abú Qasem el Joi, Sistani es considerado el nuevo gran marja, una referencia para todos los creyentes. Como su antecesor, encarna un shiísmo estático y alejado de la política, al contrario de las posiciones radicales de Sadr. Le aflije la ocupación del casco antiguo de Nayaf, y de su precioso mausoleo, por parte del joven imán y su milicia, el Ejército del Mehdi. El sábado pasado se negó a hacerse con el control del templo al no disponer de un inventario de los tesoros guardados en los subterráneos.

De acuerdo con su portavoz en Londres, Hamad al Jafaf, Sistani ha regresado para "salvar a Nayaf de su desgracia", y pide a los fieles que lo acompañen en su periplo. Una iniciativa que ha sido celebrada por la clase política. "En nombre nuestro y de todo el pueblo iraquí os doy la bienvenida", declaró al primer ministro, Iyad Alaui, a través de un comunicado. El Ejército del Mehdi, por su parte, ha declarado una tregua en todas las provincias que Sistani debe atravesar para llegar a Nayaf.

Sistani, cuyas fatuas condicionan la vida de millones de fieles, se erige en salvador en el momento en que el conflicto toca a su fin. Todo hacía presagiar, ayer, la inminencia de un asalto final siempre pospuesto que el martes fue anunciado una vez más por el ministro de Defensa, Hazem Shalan.

Por otro lado, el principal consejero político de Sadr, Alí Smeisin, fue detenido ayer junto con otros cuatro dirigentes del entorno del clérigo radical.

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