Ayman Nur es el candidato más mediático y el más crítico de los que se enfrentan hoy al presidente Hosni Mubarak. Salió del anonimato a comienzos de año tras ser detenido por presuntas irregularidades en la formación de su partido. Las presiones de Washington contribuyeron a que saliera en libertad, aunque está a la espera de juicio.

--¿Por qué no se ha sumado al boicot de la oposición?

--Porque estoy convencido de que este país necesita democracia. Si nuestra decisión hubiera sido el boicot, Egipto nunca alcanzaría la democracia y, al final, Mubarak siempre saldría ganando.

--¿Por qué la oposición no ha presentado un sólo candidato unitario?

--Al principio, el partido Wafq se planteó boicotear las elecciones, pero el Gobierno le presionó para que participara con la intención de romper a la oposición. De los nueve candidatos, ocho sirven al Gobierno. Al final quedamos nosotros solos contra el sistema.

--Usted ha dicho que, en unas elecciones libres y limpias, Mubarak tan sólo obtendría entre el 10% y el 15% de los votos. ¿Me lo puede explicar?

--En los actos de campaña de la oposición ha participado mucha gente, lo que demuestra que los egipcios están hartos de Mubarak y quieren un cambio. Pero eso es algo que, sin embargo, nunca se verá en los resultados oficiales.

--¿La campaña electoral ha sido limpia y democrática?

--Mire, Egipto tiene 4.000 pueblos, 300 ciudades y 25 provincias. En 18 días es imposible recorrerlo todo. Estas elecciones tienen apariencia democrática pero la verdad es que nos han puesto las cosas muy difíciles. No han permitido la presencia de observadores internacionales y a los jueces les ponen muchas trabas para supervisarlas.

--¿Qué opinión le merece la posición de los Hermanos Musulmanes en estas elecciones?

--Yo les presenté nuestro programa de Gobierno. Nuestra intención nunca fue hacer un frente común con ellos, sino exponerles nuestras ideas sobre el desarrollo político de Egipto. Estoy seguro de que hoy votarán a la oposición, y de que la juventud lo hará especialmente por mí, pues yo les represento mejor.

--A usted le acusan de ser el candidato de Estados Unidos...

--Lo he oído, pero no es verdad. No existe ninguna prueba de ello. Si hay algún candidato de Washington en estas elecciones, ése es Mubarak.

--Dígame una cualidad política de Mubarak.

--(Silencio) Es una pregunta complicada y de difícil respuesta. No es apreciado ni es popular. No hay nada que se le pueda calificar de estrictamente positivo. Lo que le caracteriza, y no sé si en realidad es una cualidad o no, es que es muy impulsivo y que es muy difícil saber lo que piensa.

--En Egipto se especula con que el futuro sucesor de Mubarak será su hijo. ¸Se está preparando para medirse a Gamal Mubarak en las presidenciales del 2011?

--No, lo que no significa que no vaya a participar en ellas. Si me he podido enfrentar a Hosni Mubarak, será mucho más fácil enfrentarme a su hijo.

--Si percibe irregularidades en las elecciones, ¿qué piensa hacer?

--Al nuevo sistema se le supone cierta limpieza. Si los medios que usan para ganar no son legítimos, evidentemente el resultado carecerá de legitimidad.