El primer ministro francés, el socialista Jean-Marc Ayrault, subrayó hoy su "determinación" para continuar y mantener la dirección de su política, necesaria para la recuperación del país, frente a los niveles de impopularidad récord y demandas para que sea relevado, incluso desde las filas de su partido.

"Los franceses juzgan a sus dirigentes por su capacidad para mantener la dirección" y "necesitan saber adónde los llevan", señaló al ser preguntado por los que hablan de su sustitución al frente del Gobierno del presidente François Hollande.

Dijo que entiende que "los franceses puedan estar impacientes" porque el país "lleva cinco años con un crecimiento medio de 0", que las diferentes encuestas que muestran su impopularidad "no le pueden impresionar a uno cuando dirige un país".

Pero insistió en que hace su "trabajo con la mayor determinación", con firmeza porque lo que hacen es recuperar el país "y eso requiere un esfuerzo considerable" que se ha solicitado a los franceses.

En cuanto a las declaraciones del diputado socialista Malek Boutik, que a comienzos de semana reclamó el reemplazo de Ayrault, el primer ministro replicó: "No me intereso por esas maniobras mediocres" y "Francia sufre demasiado de individualismos".

Ayrault confirmó que la "ecotasa", cuya aplicación está congelada tras las protestas que se produjeron en su contra, en particular en Bretaña, no se suprimirá, pero que se van a dar "el tiempo necesario" para ver en qué condiciones se pone en marcha.

Tras recordar que ese impuesto a los camiones que circulan por carreteras libres de peaje se diseñó durante el anterior Ejecutivo de derechas fue una "reforma que se hizo mal", entre otras cosas porque perjudicaba a una región periférica como Bretaña, pero su principio "es de interés público".

Explicó que el Parlamento va a convocar a los protagonistas del proyecto para que el público "pueda hacerse una opinión".

El mandatario también reafirmó que desde el próximo 1 de enero se aplicará la subida del IVA, con un aumento de la tasa general del 19,6 % al 20 %, pero admitió que frente a los que reclaman que no se lleve a cabo "hay que explicar por qué" se hace.

A ese respecto, aludió al déficit público y a la deuda, que conlleva el pago de 40.000 millones de euros anuales en intereses.

La subida del IVA, que les pone "en la media europea, va a permitir financiar la reducción del costo de trabajo en un 4 % en 2014 y en un 6 % el año siguiente" para dar así "un margen de maniobra suplementario" a las empresas que "necesitan aire para invertir".

Ayrault igualmente confirmó que no dará marcha atrás en la reforma de los ritmos escolares, pese a que aseguró que no dejan de escuchar a los que protestan, y reconoció que "en los pequeños ayuntamientos pueden tener dificultades particulares" para la puesta en marcha.

Interrogado sobre la recaída de la economía francesa, cuya actividad volvió a cifras negativas (un 0,1 %) en el tercer trimestre, el primer ministro socialista se mostró convencido de que "la tendencia a la recuperación de la crisis es real en Francia, es real en Europa" más allá de ese dato coyuntural, y que en eso coinciden todos los institutos de previsiones.