El presidente del Gobierno, José María Aznar, admitió ayer que la ampliación de la Unión Europea puede afectar a los intereses de España, en la medida en que países como Alemania se verán tentados a desplazar sus empresas e inversiones a los nuevos estados miembros. No obstante, afirmó que esos "riesgos" son "menores" ante la trascendencia de la "reunificación" de Europa.

El jefe del Ejecutivo hizo estas afirmaciones en una rueda de prensa que tuvo lugar antes de la cena de los jefes de Estado y de Gobierno que puso fin a la cumbre europea de Copenhague (Dinamarca).

Aznar recalcó que su Gobierno se comprometió "desde el primero momento" con el proceso de ampliación y recordó que, bajo la presidencia española de la Unión Europea, en el primer semestre del 2002, se negociaron 96 capítulos con los 10 países candidatos.