José María Aznar admitió ayer que el empeño de Jacques Chirac y Gerhard Schröder en fortalecer el eje franco-alemán en la UE está provocando situaciones incómodas para España. El presidente del Gobierno consideró "fundamental" para Europa la alianza entre París y Berlín, pero pidió que "funcione como un eje constructor y positivo".

"Hay situaciones en las que España puede estar en una situación más o menos cómoda", respondió Aznar, en rueda de prensa al término de la cumbre de Bruselas, al ser preguntado si la estrategia franco-alemana va en detrimento de los intereses españoles. El reparto de poder institucional en la UE y la política de defensa constituyen los puntos más importantes de la confrontación.

Aunque admitió la importancia de la relación entre los dos países más poderosos de la UE, el presidente alegó que España está en condiciones de desempeñar un papel más influyente en Europa. En ese sentido, desgranó una serie de datos sobre la posición económica española respecto a la media comunitaria.

IRONIA DEL PRESIDENTE

Aznar ironizó sobre el hecho, sin precedentes en la UE, de que Schröder, que tuvo que regresar el jueves a Alemania, delegara en Chirac su posición en el Consejo de ayer. "Ha sido muy interesante. No es habitual que un jefe de delegación hable en nombre del otro", dijo.

Aznar respondió, una vez más, a las pretensiones de Francia y de Alemania de arrebatar a España la cuota de voto en el Consejo establecida en Niza en el 2000. Según el presidente, es su Gobierno el que "defiende las tradiciones europeas" al plantear que el voto de los estados en el Consejo no se fije sólo por criterios demográficos, como propone el proyecto constitucional que respaldan París y Berlín.

El presidente se mostró también contrario a la propuesta constitucional --compartida por Francia y Alemania-- sobre las normas que regularían la constitución de núcleos de vanguardia en el ámbito de la defensa. Aznar reclamó que esa modalidad de cooperación esté "abierta a todos". El líder popular también manifestó ayer sus aspiraciones de que España sea en 10 años tan necesaria para la defensa europea como lo es actualmente Gran Bretaña.