El presidente del Gobierno, José María Aznar, se muestra partidario de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adopte una resolución para desarmar a Irak. Así lo manifiestó en rueda de prensa con el primer ministro británico, Toni Blair, quien dijo que si el desarme no se produce con la presión de Naciones Unidas, "tendrá que ocurrir por la fuerza".

Aznar y Blair conversaron durante una hora en La Moncloa y se mostraron de acuerdo en que si Sadam Husein no aprovecha el nuevo plazo que le concederá el Consejo de Seguridad para acreditar el desarme, debe de ser desarmado por la fuerza.

ESTADO TERRORISTA

El primer ministro británico repitió en tono enérgico que "a Sadam se le acaba el tiempo" y el presidente español refrendó sus manifestaciones: "Comparto la expresión de que es su última oportunidad". Ambos destacaron que el régimen iraquí es una amenaza a la paz mundial, y Aznar reiteró que "existe una vinculación entre el terrorismo y quienes han acreditado su absoluto desprecio por la legalidad. Esto no forma parte de ninguna fantasía, sino que es una realidad".

Para Aznar es deseable que el Consejo de Seguridad adopte una resolución de desarme sobre Irak, aunque dijo que, en todo caso, trabajarán en la resolución 1441.

Ambos mandatarios esquivaron las comparaciones entre Irak y Corea del Norte, y aseguraron que el petróleo iraquí no es el objetivo de la amenaza bélica, sino obligar al líder iraquí a acreditar que no tiene armas de destrucción masiva.

Horas antes de que Blair llegara a La Moncloa, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, acusó al presidente de fomentar la "fractura" en la UE, en la OTAN y en la ONU y de agrandar la brecha con los ciudadanos. A juicio de Zapatero, Aznar "quiebra todos los consensos" y no busca soluciones políticas, informa Margarita Saénz-Díez. También criticó el artículo de los ocho mandatarios en apoyo de las tesis bélicas de Bush y anunció que el PSOE participará en movilizaciones en la calle contra la guerra.