El Gobierno iraquí busca a los autores del vídeo pirata del ahorcamiento de Sadam Husein. Según una fuente cercana al primer ministro, Nuri al Maliki, "se ha abierto una investigación para determinar quién filmó, con su teléfono móvil, el vídeo de la ejecución" del dictador iraquí, así como quiénes colgaron el vídeo en internet. El Gobierno pretende identificar a las personas que, en el momento de la ejecución, insultaron al expresidente iraquí y gritaron vivas al clérigo chií Moktada al Sadr.

El dictador iraquí, condenado a la pena capital el 5 de noviembre por "crímenes contra la humanidad", fue ajusticiado el pasado sábado en un cuartel del servicio de espionaje iraquí en el barrio de Kadamiya, en Bagdad.

MUY MALA CALIDAD El vídeo de la ejecución, que dura 2 minutos y 38 segundos, es de muy mala calidad y todo apunta a que fue grabado con un teléfono móvil por una de las personas que asistían a la ejecución.

La grabación muestra como, en el momento de la ejecución, algunos verdugos gritaron "Moktada, Moktada", en referencia al líder radical chií Moktada al Sadr, cuyos padre y tío fueron asesinados bajo el régimen de Sadam Husein. En la filmación se percibe como, justo antes de caer al vacío, el dictador iraquí rezaba. Además, permite oír el brutal sonido metálico que se produce al caer al vacío el cuerpo del ajusticiado.

Según explicó Munkiz al Farun, uno de los fiscales que asistió a la ejecución, dos altos responsables iraquís que asistieron al ahorcamiento llevaban móviles con cámara. "No sé cómo pudieron introducirlas porque los estadounidenses impidieron la entrada de móviles", dijo el fiscal, que añadió que varios de los presentes se burlaron de Sadam.

Ese vídeo pirata se ha convertido en un nuevo problema para el Gobierno iraquí, que solo había autorizado la difusión de imágenes grabadas momentos antes de la ejecución y que fueron distribuidas sin sonido por la televisión pública iraquí.

En cualquier caso, tanto la secuencia completa de su ahorcamiento como los insultos proferidos contra él han torpedeado la estrategia de reconciliación nacional del primer ministro Al Maliki que debía servir para desactivar el clima de guerra civil entre sunís y chiís. Salem al Jiburi, uno de los responsables del mayor bloque parlamentario del colectivo suní, afirmó que la urgencia del Gobierno por ejecutar al dictador y las imágenes de su muerte han reforzado entre los sunís la impresión de que el Gobierno iraquí funciona en base a los intereses sectarios chiís.

DUDAS DE LOS SUNIS "El Gobierno ha probado lo serio que es en su deseo de reconciliación nacional", comentó Al Jiburi con ironía. El diputado invitó al Gobierno a llevar a cabo pasos reales para la reconciliación, entre los que destacó una amnistía para muchos sunís encarcelados sin cargos.

La ejecución de Sadam ha llevado también a reaparecer a Izat Ibrahim, el que fuera número dos del régimen de Sadam Husein y que es el mayor alto responsable iraquí que sigue sin ser atrapado por las fuerzas de Estados Unidos. En un comunicado colgado en la web del partido Baaz, Ibrahim prometió que "el asesinato de Sadam Husein a manos de la Administración estadounidense y de sus aliados ingleses, sionistas y persas solo hará que aumentar la determinación del Baaz".

El antiguo número dos iraquí, por cuya captura EEUU ofrece 10 millones de dólares, hizo un llamamiento a la unión de los grupos yihadistas: "Llamo a los valientes líderes de la yihad a crear un frente común de resistencia para destruir al enemigo y liberar nuestra patria".

La ejecución ha generado reacciones de protesta de países árabes y occidentales, como Francia e Italia, que ha iniciado una campaña para que la ONU vete la pena capital.