La euforia se ha apoderado del Gobierno iraquí tras dar cuenta de los primeros resultados de la vasta operación de seguridad puesta en marcha en Bagdad el pasado miércoles. Las autoridades aseguraron ayer que la violencia se ha reducido un 80% en la capital. Es solo el principio. La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, que visitó ayer por sorpresa Irak, dijo que la ofensiva militar, en la que acabarán implicándose más de 85.000 hombres, "tomará fuerza poco a poco".

El portavoz del operativo militar, Qasem Ata al Masaui, dijo que hasta el momento se ha detenido a 144 sospechosos de pertenecer a grupos armados.

El propio primer ministro iraquí, el chií Nuri al Maliki, calificó de "éxito brillante" el arranque de la operación Aplicamos la Ley en una conversación telefónica con el presidente de EEUU, George Bush.

Durante su breve visita a Bagdad, Rice advirtió que pasará tiempo hasta que la ofensiva dé "resultados concretos". El mando estadounidense es consciente de que el descenso de la violencia en la capital es temporal.

En Kirkuk, en cambio, estallaron dos coches bomba que mataron a diez personas.