Israel vive este martes una jornada electoral tranquila y sin grandes incidentes, en la que los líderes de los principales partidos, el primer ministro Binyamin Netanyahu, del Likud, y Benny Gantz, de la coalición Azul y Blanco, han convocado a sus equipos preocupados por la baja participación.

A lo largo de toda la jornada, Netanyahu estuvo animando a la participación y al voto a su partido y a media tarde anunció que se reunía de emergencia con su equipo tras detectarse una posible baja participación en varios puntos del país donde tradicionalmente ha recabado más votos, informaron medios locales.

El jefe de Gobierno se juntó con los miembros de su campaña en Jerusalén para buscar maneras de animar al electorado a votar en las últimas horas de unos comicios en los que se juega el cargo, en lo que está siendo un día festivo con buen tiempo que muchos israelíes han aprovechado para ir a la playa o salir de excursión.

Hasta las 18.00 hora local, la participación era del 52%, un 2,6% menos en comparación con las elecciones del 2015, informó la Comité Central Electoral. En el sector árabe, a las 14:30 hora local solo el 15% del electorado (16% del censo electoral) había ejercido su derecho a voto, informó el periódico 'Haaretz' citando datos de la lista árabe Hadash-Taal.

"AMENAZA REAL"

"La baja participación en las ciudades árabes es una amenaza real para ambas listas (de mayoría árabe)", declaró en Twitter el diputado Ahmad Tibi, de la coalición comunista y árabe, Hadash-Taal, que junto con Balad-Ram son las dos formaciones que representan a esta minoría en Israel de palestinos que se quedaron después de la creación del Estado en 1948 y sus descendientes.

Gantz también se reunió con su equipo para tratar sobre las repercusiones de la participación, mientras su colega de coalición, Yair Lapid, segundo de Azul y Blanco, aseguró que la carrera está ajustada y pidió no hacer caso a las declaraciones del primer ministro, que amenazó todo el día con "un gobierno de izquierdas con apoyo árabe" si esta lista triunfa.

El incidente más sonado fue protagonizado por miembros del Likud, que fueron descubiertos con cámaras ocultas dentro de centros de votación de ciudades árabes israelíes. La Policía israelí tuvo que intervenir y retirar hasta 1.200 cámaras, y el Comité Central Electoral calificó la acción de "ilegal".

DESAPARICIÓN DE PAPELETAS

Este comité denunció también la desaparición de papeletas en varios colegios, y miembros de la coalición Azul y Blanco afirmaron que las suyas habían sido dañadas y garabateadas por detrás en algunos centros, lo que las convertiría en voto inválido si eran utilizadas.

Algunas personas con discapacidad visual pudieron votar por primera vez sin acompañante gracias a una aplicación de la empresa israelí OrCam, que funcionó en modo de prueba en doce centros.

Uno de los primeros dirigentes en votar fue esta mañana el presidente, Reuvén Rivlin, que depositó su papeleta por primera vez en medio siglo solo, sin su mujer Nechama, hospitalizada desde hace una semana por complicaciones tras un trasplante de pulmón.

Gantz apeló en las redes sociales al voto de los indecisos y resaltó: "Uno de cada cinco votantes aún se está debatiendo. Estamos a menos de dos asientos de la victoria. Es posible y sucederá hoy, y solo gracias a ti".

Tamar Zandberg, cabeza de lista de la formación izquierdista Meretz, expresó su preocupación por los datos arrojados en los últimos sondeos, que indican que puede quedarse sin escaños: "Admito que estoy preocupada esta mañana. Meretz está en peligro", reconoció.

LOS RESULTADOS, DE MADRUGADA

A las 22.00 hora local (19.00 GMT) cerrarán los colegios, se publicarán las encuestas a pie de urna y una hora más tarde saldrán los primeros resultados con voto escrutado, pero no se esperan resultados finales hasta bien entrada la madrugada.

Estas elecciones han sido planteadas como un plebiscito para Netanyahu, que busca un quinto mandato, el cuarto consecutivo, pero que corre el riesgo de ceder a Gantz el puesto de candidato más votado.